Cómo superar una tusa

Una ruptura amorosa puede sentirse como un terremoto emocional. Muchas personas que llegan a terapia expresan que es el peor dolor que han experimentado, y tienen razón: las investigaciones muestran que el desamor activa áreas cerebrales similares a las que se encienden en el dolor físico. Pero la buena noticia es que este dolor no dura para siempre y, aunque se vive con intensidad, es un proceso de transformación personal.

El síndrome de abstinencia

Estudios en neurociencia han demostrado que el amor romántico activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, serotonina y oxitocina, sustancias que generan placer y apego. Por eso, cuando una relación termina, el cerebro reacciona como si estuviera en abstinencia de una sustancia adictiva.

Síntomas frecuentes: Ansiedad, insomnio, pensamientos obsesivos, necesidad de contacto con la expareja, irritabilidad y tristeza profunda.

Explicación científica: El sistema dopaminérgico busca volver a activar esos circuitos de placer, lo que explica por qué cuesta tanto «dejar de buscar» a la persona.

Este síndrome es real y válido; comprenderlo ayuda a normalizar la experiencia y a no sentirse “débil” por sufrir.

Mi experiencia personal

En terapia he visto que, tras una ruptura, muchas personas sienten que el mundo se derrumba pero desde mis experiencias personales y profesionales he comprendido, que la capacidad de amar puede ser distinta a la capacidad de recibir amor del otro y eso no tiene nada que ver con que no seas suficiente o que seas tú el problema.

Muchas veces las personas hieren desde sus propias heridas, traumas o vacíos no resueltos. No es un reflejo de tu valor, sino de sus batallas internas. Entender esto abre la puerta al perdón, no necesariamente hacia el otro, sino hacia ti mismo por haberte quedado más de lo necesario o por haber esperado algo que no podían dar.

Etapas de una ruptura de pareja

De acuerdo con la psicología clínica, las rupturas suelen atravesar fases similares a las del duelo:

Negación: Dificultad para aceptar que la relación terminó.

Ira: Sentimientos de enojo hacia la expareja o incluso hacia uno mismo.

Negociación: Intentos de recuperar la relación, con pensamientos de «quizás si cambio esto…».

Tristeza: Etapa de mayor vulnerabilidad, en la que se experimenta vacío y dolor profundo.

Aceptación: Se comprende la realidad, se integran los aprendizajes y se empieza a mirar hacia adelante.

No todas las personas las viven en el mismo orden, y a veces se retrocede, pero avanzar poco a poco es parte natural del proceso.

Herramientas para superar una tusa

  •  Autocompasión: Háblate como lo harías con tu mejor amigo; no te culpes ni te juzgues por sentir dolor. Ejm: Cada vez que te critiques con frases como “no valgo nada sin él/ella”, intenta responderte con la voz de un amigo: “estás sufriendo ahora, pero este dolor pasará y mereces amor”
  • Cuidar el cuerpo: Ejercicio, sueño reparador y buena alimentación ayudan a regular neurotransmisores y estabilizar el ánimo. Ejm: Caminar al aire libre 30 min diarios o practicar yoga, que además regula el sistema nervioso parasimpático.
  • Apoyo social: Hablar con amigos o familiares regula el estrés y disminuye la sensación de aislamiento. Ejm: Programar encuentros con personas de confianza, incluso cuando no tengas ganas, para reactivar la sensación de conexión y pertenencia.
  • Escribir un diario emocional: Plasmar lo que sientes ayuda a organizar pensamientos y procesar emociones. Ejm: Escribir una carta (que no enviarás) a tu expareja, expresando todo lo que sientes. Luego redactar otra carta para ti mismo desde el futuro.
  • Limitar el contacto con la expareja: Reduce la “recaída” emocional y facilita que el cerebro se desacostumbre al estímulo. Ejm: Aplicar el método de “contacto cero” durante al menos 30 días, incluyendo redes sociales
  • Explorar nuevas actividades: Aprender algo nuevo activa la motivación y reconstruye la identidad más allá de la relación. Ejm: Inscribirte en un curso, aprender un instrumento o retomar un hobby olvidado.
  • Terapia psicológica: Un espacio seguro para resignificar la experiencia, trabajar la autoestima y sanar heridas pasadas. Objetivo: Aprender a identificar pensamientos distorsionados “nunca volveré a amar” y reemplazarlos por perspectivas más realistas y compasivas

Finalmente recordemos lo siguiente: Sufrir por una tusa duele, pero es un dolor temporal, mientras que permanecer en una relación insostenible genera sufrimiento prolongado. La ruptura, aunque difícil, es también una oportunidad para conocerte, fortalecer tu amor propio y construir relaciones más sanas en el futuro.

Sanar no es olvidar, es integrar. Cada experiencia nos transforma y nos prepara para amar de una manera más consciente.

Fuentes:
https://www.researchgate.net/publication/271328315_Neurobiologia_del_amor_romantico_y_la_fidelidad

https://repository.urosario.edu.co/server/api/core/bitstreams/18f3c948-b259-4983-a297-92097be932e6/content

https://revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/65300 https://revistas.uniminuto.edu/index.php/POLI/article/view/361/358

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