Comienza a ser un trastorno cuando los sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades de la vida diaria, se vuelven difíciles de controlar, son desproporcionados y exagerados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Las personas con un Trastorno de Ansiedad suelen evitar ciertos lugares, situaciones o actividades con el propósito de prevenir estos sentimientos o sintomatología.
Algunos de los síntomas que puede presentar una persona con un Trastono de Ansiedad son:
- Respiración acelerada (hiperventilación)
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
- Aumento del ritmo cardíaco
- Sudoración
- Temblores
- Sensación de debilidad o cansancio
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
- Tener problemas para conciliar el sueño
- Padecer problemas gastrointestinales
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad
- Tensión muscular
Estos síntomas pueden comenzar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.