Por: Oscar Mauricio Ramírez Contreras
El presente blog lo escribo con base a mis experiencias tanto como ponente como asistente a diferentes eventos de este índole; como ya les he contado en blogs anteriores y en transmisiones en vivo por medio de nuestras redes sociales, soy psicólogo especialista en salud mental de la infancia y la adolescencia con mucha experiencia en el campo clínico y educativo de la misma, de igual forma, soy el fundador de la red de apoyo a familiar Genios en Potencia Autismo Pereira y poseo amplios conocimientos sobre este trastorno del neurodesarrollo. Es a raíz de esta experiencia que he podido recoger a lo largo de mi carrera profesional que he logrado estar en diferentes escenarios compartiendo conocimientos con colegas y personas interesadas en los temas a fines.
Me interesa mucho brindarles mis situaciones personales pero también lo que he hecho para poder conservar la calma y lograr ser lo más elocuente posible en esos momentos de tensión y nervios que indudablemente se presentan antes de salir a la tarima en uno de estos eventos.
Recuerdo claramente el primer conversatorio al cual me invitaron a hablar sobre el autismo y la inclusión social a personas con discapacidad. Los nervios y los pensamientos automáticos no se hacían esperar, fue un evento planeado con más de 15 días de anticipación y yo me consideraba todavía “pequeño” en este ámbito académico y feroz en el que nos encontramos, el hecho de estar junto a la directora de la fundación Cindes no me ayudaba mucho a controlar mis sensaciones y cada minuto se acercaba el momento de sentarme al frente de al menos unas 50 personas a escucharme hablar de un tema importante de forma técnica… Definitivamente nunca voy a olvidar ese momento.
Pero más importante todavía es: ¿qué hice para controlar todo lo que sentía?, como buen psicólogo clínico conozco muchas estrategias y herramientas de relajación de las cuales pude echar mano en ese momento, recuerdo que durante la tarde antes del evento me pare muchas veces al frente de un espejo en el baño de la oficina donde trabajaba, sintiendo un vacío en el pecho impresionante y esas bien llamadas “mariposas en el estómago”, por lo que me propuse a respirar, pensar de forma clara y objetiva hasta lograr calmar mis pensamientos y lograr seguir con mi trabajo hasta que llegara la hora de la presentación. Lo más curioso, es que una vez el conversatorio inicio !me sentía como pez en el agua!, lo que me demuestra que muchas veces nuestros pensamientos pueden jugarnos malas pasadas.
Después de este conversatorio y a medida que mi carrera avanzaba me iba abriendo puertas y entradas a otros espacios, ejemplo el simposio organizado por una reconocida IPS de la ciudad de Armenia, Quindío donde estuve hablando sobre Genios en potencia y el trabajo tan importante que se debe hacer apoyando y empoderando a las familias. Esta participación se da casi 2 años después de mi experiencia anterior, por lo que las sensaciones que describí anteriormente, si bien también se presentan, su intensidad se disminuyen mucho en intensidad, ya que mi dominio del tema cada día es mas amplio, llevándome a un estado cómodo pero alerta donde yo mismo no podía dejar espacio a cometer errores (lo se, ya lo estoy trabajando con mi psicólogo jeje), de más está decir que fue un éxito y se logró una conexión espectacular con el público. Lo interesante de esta participación es que el público supera las 200 personas y estaba vez estaba acompañado de profesionales de talla nacional quienes han generado cierto impacto en la comunidad científica.
Finalmente, más allá de alardear de mis participaciones en estos eventos y otros en los que he podido estar, es el demostrar que a medida que se va adquiriendo experiencia y en medida en que nos forzamos a salir de la zona de confort y afrontar eso que nos da tanto temor, podemos llegar a un estado tranquilo y cómodo donde podremos sacar nuestro potencial.
La idea es empujarnos a explorar todas las posibilidades que consideremos correctas en nuestra vida, ya que finalmente, la experiencia es lo más valioso que podemos obtener.
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